Book-bot.com - read famous books online for free

Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
page 127 of 427 (29%)
III


Ugíjar dista de Aldeire cosa de cuatro leguas de muy mal camino.
No serían,[81-7] sin embargo, las nueve de la siguiente mañana
20 cuando el tío Juan Gómez, vestido con su calzón corto de
punto azul y sus bordadas botas blancas de los días de fiesta,
hallábase ya en el despacho de D. Matías de Quesada, hombre
de mucha edad y mucha salud, doctor en ambos Derechos[81-8]
y autor de la mayor parte de los _entuertos_ contra la justicia que
25 se hacían por entonces en aquella tierra. Había sido toda su
vida lo que se llama un abogado picapleitos, y estaba riquísimo
y muy bien relacionado en Granada y Madrid.

Oído que hubo[81-9] la historia de su digno compadre, y después
de examinar atentamente el pergamino, díjole que, en su
opinión, nada de aquello olía a tesoro: que el nicho en que
30 halló el tubo debió de ser[81-10] un _babuchero_,[81-11] y que el
escrito le parecía una especie de oración que los moros suelen (p82)
leer todos los viernes[82-1] por la mañana.... Pero que, sin
embargo, no siéndole a él completamente conocida la lengua árabe,
remitiría el documento a Madrid a un condiscípulo suyo que estaba
empleado en la Comisaría de los Santos Lugares,[82-2] a fin de que
05 lo enviara a Jerusalén, donde lo traducirían al castellano; por
todo lo cual sería conveniente mandarle al madrileño un par
de onzas de oro,[82-3] en letra,[82-4] para una jícara de chocolate.

Mucho lo pensó el tío Juan Gómez antes de pagar un chocolate
tan caro (que resultaba a diez mil doscientos cuarenta
10 reales la libra); pero tenía tal seguridad en lo del _tesoro_[82-5]
DigitalOcean Referral Badge