Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
page 46 of 427 (10%)
page 46 of 427 (10%)
![]() | ![]() |
|
Los hombres, los pueblos, las notabilidades[25-2] del arte se 20 agrupaban para oírme.... Aquello era un pasmo, una maravilla.... La corneta se doblegaba entre mis dedos; se hacía elástica, gemía, lloraba, gritaba, rugía; imitaba al ave[25-3], a la fiera, al sollozo humano....--Mi pulmón era de hierro. 25 Así viví otros dos años más. Al cabo de ellos falleció mi amigo. Mirando su cadáver, recobré la razón.... Y cuando, ya en mi juicio, cogí un día la corneta... (¡qué asombro!), me encontré con que[25-4] no sabía tocarla.... 30 ¿Me pediréis ahora que os haga són[25-5] para bailar? Madrid, 1854. LAS DOS GLORIAS (p26) Un día que el célebre pintor flamenco Pedro Pablo Rubens[26-1] |
|