Book-bot.com - read famous books online for free

Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
page 131 of 427 (30%)
redonda individualidad, que descansaba en el asiento.--¿Qué
santo se habrá empeñado para que mi tío se acuerde de mí?
¡Quince años hace que resido en esta tierra usurpada a Mahoma,
15 y cata aquí[84-6] la primera vez que me escribe aquel abencerraje,
[84-7] sin embargo de haberle yo escrito cien veces a él!
¡Sin duda me necesita para algo!

Y, dicho esto,[84-8] abrió la epístola (procurando que no la leyese
la _Pepa_ de la posdata), y apareció, crujiente y tratando de
20 arrollarse por sí propio,[84-9] el amarillento pergamino.

--¿Qué nos envía?--preguntó entonces la mujer, gaditana[84-10]
y rubia por más señas,[84-11] y muy agraciada y valiente a pesar de
sus cuarenta agostos.

--¡Pepita, no seas tan curiosa!... Yo te lo diré, si debo
25 decírtelo, luego que me entere. ¡Mil veces te he advertido
que respetes mis cartas!...

--¡Advertencia propia de un libertino como tú! En fin,
¡despacha! y veamos si yo puedo saber qué papelote[84-12] te
manda tu tío. ¡Parece un billete de Banco del otro mundo!

30 En tanto que[84-13] su mujer decía aquellas cosas y otras, el
músico leyó la carta, y maravillóse hasta el extremo de ponerse
de pie sin esfuerzo alguno.

Tenía, sin embargo, tal hábito de disimular, que acertó a
decir muy naturalmente:
(p85)
DigitalOcean Referral Badge