Book-bot.com - read famous books online for free

Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
page 140 of 427 (32%)
Tarajar, diéronse un punto de descanso a la orilla del arroyuelo
25 de agua potable que lo atraviesa, procedente de las alturas de
Sierra-Bullones; y en aquella tan segura y áspera soledad, que
parecía recién salida[90-8] de manos del Criador y no estrenada
todavía por el hombre; a la vista de un mar solitario, únicamente
surcado, tal o cual[90-9] noche de luna, por cárabos de piratas
o buques oficiales de Europa encargados de perseguirlos, 30
30 la mora se puso a lavarse y peinarse, y el moro sacó el manuscrito
y volvió a leerlo con tanta emoción como la primera
vez.

Decía así el pergamino árabe:
(p91)
«La bendición de Alah sea con los hombres buenos que lean
estas letras.

«No hay más gloria que la de Alah, de quien Mahoma fué y
es, en el corazón de los creyentes, profeta y enviado.

05 «Los hombres que roban la casa del que está en la guerra o
en el destierro viven bajo la maldición de Alah y de Mahoma,
y mueren roídos de escarabajos y cucarachas.

«¡Bendito sea, pues, Alah, que crió estos y otros bichos para
que se coman[91-1] a los hombres malos!

10 «Yo soy el caid _Hassan-ben-Jussef_, siervo de Alah, aunque
malamente he sido llamado D. Rodrigo de Acuña por los sucesores
de los perros cristianos que, haciéndoles fuerza y violando
solemnes capitulaciones, bautizaron con una escoba, a guisa de
DigitalOcean Referral Badge