Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
page 71 of 427 (16%)
page 71 of 427 (16%)
![]() | ![]() |
|
actitud, con tal fisonomía, que, unido este grito a la inmovilidad
y silencio de los veinte franceses, impuso frío terror a la muchedumbre, la cual no se esperaba[41-5] aquel tranquilo y 25 lúgubre recibimiento. --No tenéis para qué[41-6] blandir los puñales.... (continuó el boticario con voz desfallecida.)--He hecho más que todos vosotros por la independencia de la Patria.... ¡Me he fingido _afrancesado_!... Y ¡ya veis!... los veinte Jefes y Oficiales 30 invasores... ¡los veinte!--no los toquéis[41-7]...--¡están envenenados!... Un grito simultáneo de terror y admiración salió del pecho de los españoles. Dieron éstos un paso más hacia los convidados, y hallaron que la mayor parte estaban ya muertos, con la (p42) cabeza caída hacia adelante, los brazos extendidos sobre la mesa, y la mano crispada en la empuñadura de los sables. Los demás agonizaban silenciosamente. --¡Viva _García de Paredes_!--exclamaron entonces los españoles, 05 rodeando al héroe moribundo. --Celedonio.... (murmuró el farmacéutico.)--El _opio_ se ha concluido.... Manda por opio a la Coruña[42-1].... Y cayó de rodillas. Sólo entonces comprendieron los vecinos del Padrón que el 10 boticario estaba también envenenado. |
|