Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
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El mozo tomó dos llaves; trazó con las manos una especie de morrión sobre su cabeza; se sentó en una silla, y dijo: 05 --_Le Pontife!_[46-1] --¡Ah!... (dijo C....--que era el más avisado de nosotros.--¡Por eso fué luego diputado a Cortes!)--_¡El Pontífice! ¡El Papa!_ --_Oui, monsieur. Le Pape! Pie sept._[46-2] 10 --¡Pío VII[46-3]!... ¡El Papa!... (exclamamos nosotros, sin atrevernos a creer lo que oíamos.) ¿Qué hace el Papa en Francia? Pues ¿no está el Papa en Roma? ¿Viajan los Papas? ¿El Papa en Montelimart? No extrañéis nuestro asombro, hijos míos.... En aquel 15 entonces[46-4] todas las cosas tenían más prestigio que hoy.--No se viajaba tan fácilmente, ni se publicaban tantos periódicos.--Yo creo que en toda España no había más que uno, tamaño como un recibo de contribución.[46-5]--El Papa era para nosotros un sér[46-6] sobrenatural..., no un hombre de carne y hueso....--¡En 20 toda la tierra no había más que un Papa!... Y en aquel tiempo era la tierra mucho más grande que hoy.... ¡La tierra era el mundo..., y un mundo lleno de misterios, de regiones desconocidas, de continentes ignorados!--Además, aun sonaban en nuestros oídos aquellas palabras de nuestra 25 madre y de nuestros maestros: «El Papa es el Vicario de Jesucristo; su representante en la tierra; una autoridad |
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