Novelas Cortas by Pedro Antonio de Alarcón
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20 y el mundo?--¡Dejad que le hable, y él decidirá!
--Lo hago con el derecho de un hermano mayor, de un maestro, de un padre; que todo esto soy para él.... ¡Lo hago en el nombre de Dios, os vuelvo a decir!--Respetadlo..., para bien de vuestra alma. 25 Y, así diciendo, el religioso cubrió su cabeza con la capucha y se alejó a lo largo del templo.[31-3] --Vámonos[31-4] (dijo Rubens.) Yo sé lo que me toca hacer. --¡Maestro! (exclamó uno de los discípulos, que durante la 30 anterior conversación había estado mirando alternativamente al lienzo y al religioso.) ¿No creéis, como yo, que ese viejo frailuco se parece muchísimo al joven que se muere en este cuadro? --¡Calla![31-5] ¡Pues es verdad!--exclamaron todos. --Restad las arrugas y las barbas, y sumad los treinta años que manifiesta la pintura, y resultará que el maestro tenía (p32) razón cuando decía que ese religioso muerto era a un mismo tiempo retrato y obra de un religioso vivo.--Ahora bien: ¡Dios me confunda si ese religioso vivo no es el Padre Prior! Entretanto Rubens, sombrío, avergonzado y enternecido profundamente, 05 veía alejarse al anciano, el cual lo saludó cruzando los brazos sobre el pecho poco antes de desaparecer. --¡_Él era_..., sí!... (balbuceó el artista.)--¡Oh!... |
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